T.C.M.S.

Tea Club and Morgul Society

sábado, abril 23, 2005

"PEQUEÑO" RELATO XD

Bueno, como hace mucho que no posteaba por aqui (lo se, no tengo perdon...¬¬) os voy a meter algo que leer que compense la falta... Siento que sea largo ^^U, pero weno, es una primera parte de un relato que aun ni he acabado XD (ni creo que pueda hacerlo)... Pero ahí lo dejo... Si quereis mas ya pondré...


""Y en los tiempos antiguos,
los Hijos de la Luna despertaron,
para velar y mostrar el Camino
a los Hijos de la Tierra, hijos del Sol y la Luna,
mientras que los Hijos de la Luz, hijos del Sol
y los Hijos de la Oscuridad, hijos del Eclipse
continuaran su lucha
en pos del capricho de los dioses...""

Antigua sabiduría Sha'Katay


"Las llamas rodeaban todo rincón... el fuego se extendía cual jauría devoradora de sabuesos infernales... "¡¡¡Estamos perdidos!!!" Las voces en una arcana lengua resonaban cual extrañas amalgamas de dolor y locura, de desquiciadas lágrimas de odio y excitación... "¡¡¡Qué las fortunas nos asistan!!" Una figura de un monje Sha'Katay acompañaba a unas mujeres Sha'Katay fuera del lugar del enfrentamiento por una de las murallas... "Deje de rezar... monje... parece un patético Humano..." Una áspera voz resonó tras el monje... una oscura figura de ojos rojizos apareció tras él... su oscura tez surgida de las propias sombras de la noche, que daban al Aêrit Sombrío un aspecto demoníaco y macabro... "Claro, que es más divertido matar Shirvas que Humanos, porque son más difíciles de matar..." El monje quedó estupefacto... La oscura forma se hallaba medio fundida con la roca sombría, como si fuera un oscuro y retorcido árbol que naciera de la inmunda e impura roca, sobrepasando toda limitación real de la naturaleza, y se enraizara en la tierra como inmundo gusano de oscuridad y corrupción...
El monje se sosegó y miró a los ojos al Aêrit Sombrío "Es extraño que un Tai'vanay, un Aêrit Sombrío, conozca la lengua Sha'Katay... ¡Inmundo ser! ¿¡Como te atreves a llamar Shirva a mi raza, y a compararla con los Humanos!? ¡No somos Shirvas, esas palabras son de mortales, nosotros somos Sha'Katay, así es el nombre de nuestra raza!" El Aêrit Sombrío sonrió... "Entonces... yo también podría decirte que no me llamaras Tai'vanay... ¿acaso no son esas palabras de un sucio... Shirva...?"
Antes de que el Aêrit Sombrío pudiera percatarse, el Sha'Katay había desaparecido, y anticipándose a toda reacción, el Sha’Katay le impactó con un preciso y devastador golpe con la pierna, fruto de una refinada y disciplinada técnica marcial, haciendo que el Aêrit Sombrío saliera de las sombras y proyectándolo con gran fuerza y velocidad hacia una de las paredes del torreón junto a la muralla. La pared quedó absolutamente quebrada por el impacto del Aêrit contra esta... el Aêrit Sombrío se levantó sangrante y confuso, con una mirada de odio...
El monje tomó posición... "Estúpidos Tai'vanay... No poseéis nada que hacer contra un arte marcial que supera todas vuestras artes de la guerra, la Técnica de los Sha'Katay... No quería que murieses todavía, pues podré mostrarte mi "Aoka van-Sha'Ôidrim" en todo su esplendor, y no necesito más que mis manos desnudas..."
El Aêrit Sombrío, desquiciado y nervioso, sacó un cuchillo de conjuración con el que se cortó la mano de modo que tiñese la hoja con su sangre... y susurrando palabras de poder en su lengua, clavó el cuchillo en el suelo invocando con él un ser similar a un hombre lobo, pero todo recubierto de fuego... un Espíritu de la Furia del Fuego... El Sha'katay miró al ser elemental del fuego que tenía frente a él, un ser que tendría un poder cercano al demoniaco...
El monje Sha'Katay respiró profundamente... y abriendo nuevamente los ojos, dijo "Ignorante Tai'vanay, esto no será un problema para mí..." y con estas palabras, un poderoso y cegador resplandor empezó a surgir de la frente del Sha'Katay... un nuevo ojo estaba siendo abierto..."



- ¡Levántate humano!
La voz de Ikata resonó en la cabeza de Bâraman... Un sol imponente surcaba el cielo despejado...
Un hombre se hallaba postrado junto a una espada ante una resplandeciente figura...
- ¡Maestro Ikata! No puedo dominar esta técnica... ¡La Técnica Sha'Ôidrim no puede ser realizada por un humano! Fui un estúpido al creer que así sería... Perdonadme...
La resplandeciente figura se hallaba estática. En aquel momento, el viento que ondeaba la túnica de Ikata se paró, como si un temor más allá de la propia existencia entrópica del universo acallara los elementos cual oscuras sombras nocturnas asustan a los insomnes niños en sus camas al anochecer... Todo dinamismo del entorno había parado... No se oía un solo ruido, ni un solo sonido animal, ni el sonido de las aguas... Incluso los rayos del sol parecían más fríos ahora, como afilados filos etereos que danzaran al son de una flauta gélida...
Y en la cúspide de aquella crispación omnipotente y omnipresente...una poderosa y devastadora onda de, ¿viento...?, barrió el pequeño descampado, haciendo rodar también por él al confuso Bâraman...
- ¡Kab'ak Shiv'tanay! ¡Estúpido humano! ¿¡Acaso insulta-eme vos!?
- No, mi señor...
- ¿¡Acaso desprecia-ete las enseñanzas de un Sha'Katay!?
- No, no es eso, yo...
- ¡¡Oka'sh!! ¡¡Silencio!! ¡No deseo escuchar tus absurdas y derrotistas palabras de humano! ¿Por que creeis que yo acogiera-ete a vos en mi tutela?
Bâraman se hallaba confuso y avergonzado. La imponente figura de su maestro Sha'Katay le hacía sentirse más pequeño todavía... mas hundido...
El Maestro Ikata comenzó a caminar pausada y sosegadamente alrededor de Bâraman. Levantando la vista un poco, Bâraman pudo dislumbrar perfectamente la figura del Sha'Katay, imponente y misterioso como todos los de su raza, los Sha'Katay, los también llamados Shirvas y "Sangre de Dragón" por muchos, dado que los Sha'Katay eran famosos por ser la única raza capaz de matar a un dragón incluso con las manos desnudas.
Pero este poder marcial solo era debido a su Arte de la Guerra, el "Aoka van-Sha'Ôidrim" o "Culto al Amanecer", el arte marcial de los Sha'Katay, que consistía en mezclar el Arte del Cuerpo, centrado en la fuerza, agilidad y reflejos necesarios para combatir con las manos desnudas y ser más mortal que con un arma; y el Arte del Espíritu, centrado en el uso de la Sabiduría de la Técnica y la Suma Arte, conocida como Magia, para poder convertir las técnicas en mágicas y sobrepasar así cualquier habilidad volviéndola sobrehumana. El resultado no podía ser más mortífero: la unión del combate cuerpo a cuerpo y la magia, técnicas semimágicas y semifísicas... El arte de lucha definitivo...
Pero este Arte Marcial, conocido comúnmente solo como Sha'Ôidrim, no era único. La Técnica Sha'Ôidrim estaba dividida en multitud de Escuelas y Especialidades. De hecho, el "Aoka van-Sha'Ôidrim" era solo la especialidad de combate cuerpo a cuerpo. Aparte del comúnmente llamado "Aoka", también existía el "Kaika van-Sha'Ôidrim", Técnica Sha'Ôidrim de la espada, el "Culto al Atardecer". El "Aoka" y el "Kaika" eran las dos vertientes donde se englobaban todas las Técnicas Sha'Ôidrim. Los Sha'Katay eran los mejores guerreros del mundo, pero también los más pacíficos...
Los Sha'Katay eran diferentes a las otras razas... Poseían forma humanoide, pero su ser estaba entre dos mundos... Percibían a los espíritus antiguos, porque no estaban ni vivos ni muertos, porque habían aceptado la vida y la muerte por igual, su inmortalidad no podía llamársele como tal... La Oscuridad y la Luz se mezclaban en espiral hacia el infinito en las terribles esencias de los Sha'Katay... Ellos solo buscaban el equilibrio entre luz y oscuridad, lo que les llevaría más allá de la Iluminación, el Máximo Camino de la Luz, o del Abismo, el Máximo Camino de la Oscuridad... Los llevaría a la Ascensión, la auténtica cúspide del Espíritu...
Sus formas eran similares a las de los hombres... Mientras que los Aêrit poseían una gracia ultraterrena en sus movimientos, los Sha'Katay poseían unos movimientos fríos y precisos, pero que parecían contener una furia inexplicable, como si contuvieran en su interior un universo a punto de explosionar que solo podría seguir confinado si no había error en la precisión de los calculados y sinuosos movimiento... No podía decirse que fuesen bellos, pero sus rostros poseían tal magnificencia que hacían sentirse al más sabio como un niño recién nacido, que desconoce el mundo que le rodea por completo...
El origen de tal poder, sabiduría y magnificencia no era otro que sus ojos... Pero los Sha'Katay, a diferencia de las demás razas, poseían tres ojos, uno de los cuales estaba en su frente, el Tercer Ojo u Ojo Lunar, el "Shai'Tai", el más poderoso Orbe de poder y sabiduría, cuya pupila plateada simbolizaba el equilibrio de "Shai", la Luz y "Tai", la Oscuridad, rodeada de un anillo de doradas runas, mientras que su forma coloreada simbolizaba, con oscuras sombras rodeando el color entre lechoso, plateado y ambarino, los estadios de la luna... Sus otros dos ojos, iguales a los de las demás razas, eran de un color variable, pero que se volvían de un color similar al del Tercer Ojo cuando este se abría, al igual que aparecía la ingente cantidad de runas doradas que partían del Tercer Ojo como si este fuera un majestuosos sol y las lineas de runas sus rayos, que solo aparecían al abrirse este... Líneas de runas que se extendían por la cara del Sha'Katay rodeándole sus extremidades... Era el "Shai'Tai-Itar", el "Visionario", la forma más temible de un Sha'Katay...
Bâraman había escuchado leyendas sobre cómo los "Shai'Tai-Itar", o simplemente "Shai'Tai", como muchos los llamaban; habían sido las piezas prominentes que habían dictado el destino de muchas guerras y reinos... Sha'Katay y Aêrit combatieron juntos en la antigüedad encontrando ambos un gran aliado en el otro. Pero, aunque los Aêrit, llamados Shai'vanay por los Sha'Katay, les habían insistido a los Sha'Katay que se unieran a sus causas, los Sha'Katay habían negado muchas veces la invitación. Los poderosos Aêrit, criaturas de Luz, fueron creados como los guerreros y heraldos de los dioses; pero los Sha'Katay, equilibrio perfecto entre Luz y Oscuridad, se negaban a ser títeres de los dioses como lo eran los Aêrit, y a servir a los dioses en sí, pues creían en su propio libre albedrío...
- ¡Os lo repetiré, "taek" Baramân ("taek"=aprendiz, discípulo). Decidme, ¿Por que creeis que yo acogiera-ete a vos en mi tutela?
- Maestro... no sabría responder...
- Yo acogiera-ete porque vos pose-ese auténtico talento para el Sha'Ôidrim. No busca-ete vos ser mejor combatiente que un Shai'vanay o un Sha'Katay. Vos buscar-ete el camino a la "Ascensión" porque vosotros los Shiv'tanay, vosotros los Hombres, a diferencia de los Shai'vanay, los Aêrit de Luz, tener-e la opción, al igual que los Sha'Katay, de accede-re a la "Ascensión", el máximo Camino Espiritual. En cambio, los Shai'vanay o Aêrit de Luz tener-e sus destinos sellados, y solo poder-ese acceder a la "Iluminación", como sus parientes los Tai'vanay, los Aêrit de Oscuridad, poder-ese acceder al "Abismo". Las demás razas estar-ese demasiado ocupadas en sus propios asuntos como para poder-e aprender... Ser demasiado recelosas y codiciosas...
Intenta de nuevo "taek" Bâraman. "Kiosh" Ikata observar-ete con atención ("kiosh"=maestro).
- Deacuerdo, maestro...
El trinar de un ave fue el preludio de la meditación interior de Bâraman. Con la espada entre sus manos, y sus ojos cerrados, su semblante serio, y aquella inmensa roca frente a él... Con el "Kaika van-Sha'Ôidrim", el "Culto al Atardecer", el Arte de la Espada de los Shirvas, podría llegar a partir en dos aquella imponente mole rocosa que ante él se erguía...
- Recuerda, taek Bâraman, lo importante no ser-ese el filo de tu espada. Lo importante ser-ese el filo de tu espíritu...
La oscuridad envolvía los pensamientos de Bâraman... "Focaliza" era la palabra que se repetía constantemente en su interior... "Focaliza, ve el foco de luz espiritual..." Un destello parecía surgir en su interior, un cálido fuego que parecía envolver paulatinamente la gelided de la oscuridad reinante en su mente. "Centra tu voluntad en el Foco... Céntrala... Recréala..." La luz parecía extender sus tentáculos por la oscuridad... Luz y Oscuridad se mezclaban impunemente en la mente de Bâraman... "Retenla... Retenla..." La luz seguía fundiéndose, cada vez más rápida y desquiciadamente, cada vez a mayor velocidad, llegando al cenit del caos luminoso, llegando al cenit del caos oscuro... "Retenla... Retenla... ¡Ahora!".
Bâraman abrió los ojos que dieron un cariz terrible a su semblante... Un semblante que parecía decidido a derribar la muralla de un castillo con su simple mirada... Se lanzó contra la inmensa roca, siguiendo los refinados movimientos de la Técnica Sha'Ôidrim. El alijo de destellos de la espada de Bâraman al moverse culminaba en su devastadora llegada a la gran roca. Ikata mostraba esperanza en sus ojos. ¡¡El último movimiento antes del impacto estaba apunto de gestarse!! ¡¡¡El momento cumbre del Sha'Ôidrim!!!

6 comentarios:

Blogger Mornore ha dicho...

Deberías terminar el relato, está muy bien, pero das información como para hacer varios capítulos, como son, que hacen... para uns relato corto igual es muy denso (que conste que es mi opinión... yo lo digo sólo por experiencia personal ^^)

1:32 p. m.  
Blogger Ardaleth ha dicho...

A mí me interesa comentar la parte lingüística... tengo entendido que inventas lenguajes no? Igual podríamos hablar un día del tema, porque es uno de mis hobbies principales!

1:44 p. m.  
Blogger Fëanor [Dovi-kun] ha dicho...

^^ Respondiendo a Susan... lo se, es muy denso, peroe sta no es el relato definitivo, los Shirvas (o Sha'Katay) los tengo mas o menos definidos... los Aêrit sin embargo, no mucho, me quedan cosas, puesto que Aêrit y Shirvas poseen bastante parecido... En cuanto a la parte lingüistica, el relato me lo inventé de rebote, y la lengua también, osea que lo que leeis esta mega-improvisado XDDDD, cualquiera diria, eh? Además, las lenguas de amabas razas se parecen en exceso (casi iguales ¬¬), quiero diferenciarlas mucho mas ^^... Pero weno, es improvisado, que quereis? ^^U

1:51 p. m.  
Blogger Fëanor [Dovi-kun] ha dicho...

Es curioso, pero esto se me ocurrió de rebote, no twngo pensado ni el mundo ni nada ¬¬... he pensado en integrarlo en Shaihalam (mi Universo Épico), o hacer un mundo aparte, además de que he pensado que los Aêrit no sean Aêrit, si no Shirvas también (por el parecido ¬¬)... Sin mas, me dio al venada y ahora estoy pensando para que usarlo ^^U

2:01 p. m.  
Blogger Mornore ha dicho...

Jajaja, así de chiripa empiezan muchas cosas, y sino que se lo digan al Profesor... yo también empecé una novela por un sueño que tuve y aunque aún no la he publicado (ni espero hacerlo porque coincidió con el auge de las novelas de Anne Rice y es muy parecida) pero la terminé en 1995 y todavía conservo los manuscritos y la 1ª copia a limpio, con sus comentarios y correcciones... y no descarto escribir más, pero en otro estilo.

3:48 p. m.  
Blogger Mornore ha dicho...

Voy a leer la continuación (está muy interesante, Fëanor)... y luego me voy a casa, hoy toca más lectura: ya voy por el 4º libro de los Reyes Malditos. Teneis que leer esa serie si os gusta la novela historica, tiene intrigas y aventuras... y ocurrió de verdad... eso es lo mejor.

3:50 p. m.  

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